Un viaje con suerte
Fuencisla Avial Sancho
"Un viaje con suerte" comienza de forma casual. Una mujer está recogiendo los libros de su casa con vistas a realizar una mudanza y entre ellos encontrará una especie de diario sobre un viaje que realizó con una amiga hace ya varios años. Su descubrimiento hará que se desencadenen los recuerdos... Comienzan en Segovia, donde las dos compañeras, ante la previsión de tener un verano de lo más aburrido por delante, deciden marcharse a la Costa Azul haciendo auto-stop, sin decir nada a sus padres. La visita a unos parientes que viven en Huesca, es la coartada que emplearán para poder dejar sus casas sin levantar sospechas.
"Un viaje con suerte" nos ofrece un ameno relato de viajes con ciertos tintes de "road movie", en un momento tan interesante como es el de la España de mediados de la década de los setenta del siglo pasado.
Nuestro primer hombre
María Genny Quiñones Angulo
Mónica, o Perla, es una niña perseguida por la desgracia. Desde los primeros momentos de su vida, los hombres van a tener una horrible influencia sobre ella. Una desgracia que parece heredada de su abuela y de su madre. Su padre abandona a su madre por un joven que dejó el barrio y volvió habiendo cambiado de sexo. Tras el abandono, la madre se da al alcohol y los antidepresivos, para no volver a ser jamás la mujer risueña que fue. La abuela no tuvo mejor suerte con un marido mujeriego que no decía que no a nada, tanto que murió a manos de una de sus amantes.
Mónica sufre la primera violación a manos de un inquilino de su abuela, un religioso de avanzada edad que no practica para nada la moral cristiana. Poco después, será el chófer quien abuse de esta niña de solo ocho años.
Nuestro primer hombre es una historia de corazones rotos. Personas que ansían el amor y se encuentran con una vida repleta de egoísmo y pobreza, donde toda la inocencia que albergan los personajes es destrozada. El viaje de Mónica no va a acabar hasta que no sea capaz de romper con su destino, marcado por las mujeres que le preceden y por una belleza que es su mayor condena.
La torre de Jade
Andrés B. Padilla
Nos encontramos en Madrid, en un futuro próximo. Antonio es capitán del ejército. Tiene una extraña pesadilla en la que se ha desatado una guerra nuclear y alguien le habla de una torre de jade. Despierta sobresaltado, y Silvia, su mujer, lo tranquiliza. Las pesadillas de Antonio continuarán, y entonces recibe una llamada urgente del Estado Mayor: se ha producido una brecha en la seguridad relacionada con la custodia de unas cabezas nucleares. En la grabación de video del CCTV unos intrusos aparecen y desaparecen después, y así lo corrobora el satélite de alta tecnología. Todos los miembros del equipo de seguridad están desaparecidos, según los sensores.
"La torre de Jade" conjuga diversos géneros aparentemente contradictorios entre sí, como pueden ser el technothriller, bélico, fantástico o romántico. A ello contribuye la desbocada imaginación del autor, que convierte la lectura de esta novela en un ejercicio refrescante por lo inesperado: la trama del libro es absolutamente impredecible.
El hombre occidental
José Mª Luque Martín
Un chico andaluz, Héctor, conoce a Helena. Entre sí se conocerán por “loco” y “gallega”. Él cae rendido a sus pies desde la primera vez que la contempla en la estación de ferrocarril de su pueblo. Finalmente, ella también se enamora, pero todo concluye con una apasionada noche de amor, justo antes de que ella se vuelva a su tierra. Se encontraba en Andalucía impartiendo unos cursillos dirigidos a la mujer.
A partir de aquí, y a base de flashbacks y continuos saltos en el tiempo, asistimos al recorrido vital de la pareja por separado; sus anhelos, sus vacíos, su acontecer…
En Helena encontramos a una mujer más práctica, con las ideas claras acerca de lo que quiere y no quiere en la vida, si bien, más adelante en la novela, veremos como todas estas convicciones, y como suele suceder, se tambalean. Antes de Héctor, “la gallega” estuvo relacionada con Jorge, amor casi adolescente, “puro” y “bello” (el mundo de las ideas de Platón, está muy presente en todo momento). También estuvo con Marco, con quien conoce el hastío y la monotonía, y se le plantean una serie de dudas vitales que todos conocemos. ¿Es ésta la vida que yo quiero? ¿No hay nada más que esto?
En el personaje de Héctor conoceremos su profundo amor hacia la “gallega” y algunas anécdotas referentes a su trabajo. Su actitud ante la vida es más pasional, y sin embargo, menos activa.
“El hombre occidental” es una obra ambiciosa, profunda, repleta de referencias a pensamientos filosóficos… todo ello enmarcado dentro de lo que resulta ser una historia de amor, o tal vez, de la vida misma.
El bosque primordial
Ramón Mª Vadillo Carazo
Ángel es un tipo que, harto de estar estresado tanto en lo laboral como en lo personal, decide preparar una mochila con algo de comida, unos mapas y cuatro objetos básicos, y marcharse a hacer una acampada en solitario. Mientras inicia su marcha se va librando del estrés, preguntándose por su soledad, cuando decide subir a un montecillo, desde el que divisa el maravilloso paisaje otoñal. Se siente pletórico con el aire puro, pero le desconcierta no localizar a lo lejos una población que recordaba del mapa. Cuando regresa al campamento y se da cuenta de que se ha perdido, no le da mayor importancia. Una aventura es una aventura… Entonces aparece el Ser.
Mide unos doce centímetros de altura, es peludo en todo su cuerpo salvo en la cara, su cabello es blanco... Y además es telépata y educado. Pronto congenian y Ángel no se siente en absoluto intimidado ni atemorizado, le parece de lo más natural. Conocemos entonces a la familia del Ser, gracias a un pequeño árbol genealógico que incluye palabras como Anciano y Mujer, Anciano y Marido, Grandullón, hijos, hijas, etc. Así, nuestro protagonista decide quedarse a vivir una temporada con ellos, lo que da lugar a diversas digresiones sobre las guerras, el hambre, y la pésima gestión de planeta que hacemos los “humanos grandes”.
La atmósfera que se persigue en todo momento “El bosque primordial” es la de una historia de hadas para adultos, semejantes a algunas que se pusieron de moda a finales del siglo XIX en Inglaterra y Escocia, con grandes cultivadores del género, como Conan Doyle. Un universo particular donde las hadas son criaturas prodigiosas pero no necesariamente infantilizantes ni inofensivas. Como los seres de esta novela, son capaces de amar, de sentir y de matar si es preciso.
Amortal
Luis Velasco Augusto
Silvia ha salido por la noche, y a diferencia de lo que acostumbra, no ha llamado a sus progenitores. Tras varios intentos por contactar con ella, Dani, les indica que alguien, usando el teléfono de la chica, le ha pedido que la Policía contacte con él. Poco después aparece el cadáver de Silvia, y es aquí donde el protagonista, Toribio, o Tor, como lo conoceremos, hace su aparición como el inspector de policía que en primera instancia se hace cargo del asesinato. Una serie de circunstancias le hacen pensar que tal vez no sea un crimen aislado. La investigación se pone en marcha en el entierro de la joven, después de que hayamos conocido más sobre Toribio, sus inquietudes, el porqué se hizo policía y su vida personal, así como la urgencia que se le quiere dar a la investigación y la presión social y política que comienza a generarse en torno suyo. En el tanatorio, Toribio y su compañero Grima hacen contacto con Dani, que casi automaticamente se convierte en sospechoso, y con Loli, la mejor amiga de la fallecida, a los que citan para prestar declaración más adelante. La llamada que el asesino pidió hacer a la Policia es realizada, teniendo que asumir Toribio todo el peso de esa llamada. Allí se les informa de que habrá más muertes en el futuro.
Amortal nos invita a tomar parte en una investigación policial en la que asistimos, casi minuto a minuto y como espectadores de primera fila, al desarrollo de una trama que reúne distintos elementos clásicos que han hecho popular el género, sin faltar nuevos elementos que le proporcionan originalidad.
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