Las piedras élficas de Shannara de Terry Brooks

Título: Las piedras élficas de Shannara (Las crónicas de Shannara 2)
Autor: Terry Brooks
Editorial: Oz editorial
ISBN: 978-84-16224-19-7
Precio: 24,50€
Sinopsis: Un maravilloso viaje de fantasía
Desde tiempos inmemoriales, Ellcrys, un maravilloso árbol de corteza plateada y hojas rojas, ha protegido al pueblo elfo de los demonios que están aprisionados en un vacío dimensional denominado «la Prohibición». No obstante, Ellcrys se está marchitando y camina inevitablemente hacia la muerte. El muro de la Prohibición, que Ellcrys sostiene con su poder mágico, por tanto, comienza a debilitarse y eso facilita al Dagda Mor, el más poderoso de los demonios, crear una brecha y huir de allí para volver, junto a la Parca y el Suplantador, al mundo del que una vez los desterraron. Consumido por el odio y los deseos de venganza, desea aniquilar a todos los hombres y gobernar el mundo entero. Sin embargo, primero tienen que evitar que puedan volver a ser expulsados: debe impedir que Ellcrys renazca.
La única esperanza del pueblo elfo es, precisamente, el renacimiento de Ellcrys antes de que los demonios, criaturas mágicas, reaparezcan en un tiempo donde no queda más magia que la del druida Allanon y las piedras élficas de Shannara de la familia Ohmsford.
El druida Allanon, desaparecido tras las hazañas de Shea, acude a Arbolon cuando percibe que un nuevo mal amenaza la tierra. Consciente de que la única posibilidad de salvación reside en completar el renacimiento de Ellcrys, encarga a Wil Ohmsford, nieto de Shea, que proteja a la joven elfa Amberle en su viaje en búsqueda del misterioso Fuego de Sangre, al que ha de llevar la semilla de Ellcrys para que vuelva a renacer. El viaje no lo harán solos, pero tampoco estarán libre de peligros. Las hordas de demonios y criaturas malignas los perseguirán allá donde vayan y tratarán de destruirlos. Entre ellos, la Parca, contra la cual Wil solo puede usar las piedras élficas que heredó de su abuelo, y que no para de avanzar hacia ellos. No obstante, Wil no consigue hacerlas funcionar. Siente que una barrera interior se lo imposibilita. Impotente, Will sabe la Parca se acerca cada vez más a su pequeño grupo y no sabe qué hacer para protegerlos. La sangre élfica que corre por sus venas parece no ser suficiente para conseguir que las piedras recobren su poder, pero en su desesperación logra que las piedras reaccionen y, en lugar de hacer magia con ellas, la magia se introduce en el interior de Wil, así que vuelve a conseguir la antigua magia élfica que había desaparecido del mundo muchos años atrás. Con ella hará frente a la Parca y a temible Dagda Mor.

Opinión de Sara: Algo que me ha sorprendido mucho en Las piedras élficas de Shannara es el salto tan grande en la cronología que hay. Tras leer el primer libro, esperaba seguir leyendo sobre Shea pero en este libro nos encontramos con los nietos de los personajes de La espada de Shannara. Aunque al principio puede ser un poco confuso, enseguida simpatizaremos con todos los personajes nuevos que no son pocos. Un libro que supera al primero en todos los sentidos, rellenando las carencias que tenía su antecesor, es sin duda alguna, una lectura mucho más amena y entretenida y que gustará al igual que la variedad en sus personajes.
También algo que puede sorprender, es la poca longevidad de los elfos que viven igual que los hombres, algo que al principio no entendía por tener la costumbre de leer sobre elfos como los de Tolkien.
También otro detalle importante es que nos cuentan más sobre el pasado del mundo, sobre una gran desgracia y como surgieron las razas, es sin duda alguna la pequeña joya del libro.

La historia parte con la enfermedad de Ellcrys, el árbol sagrado que mantiene prisioneros a los demonios. El árbol se muere y nadie puede hacer nada para evitarlo. Los elegidos mueren, salvo Amberle, que está en paradero desconocido. Y es cuando entran Wil, nieto de Shea y Allanon, que despierta de su sueño.
Las aventuras se irán sucediendo de forma vertiginosa y conoceremos a otros personajes como Eretria, con un papel mucho menor que en la serie de televisión, y al tío de Amberle, Ander, un gran personaje.
Ander es uno de los príncipes elfos, que sabe que no heredará el trono pero con Ellcrys enfermando, deberá tomar las responsabilidades que nunca pensó que tendría.
Por otra parte, Eretria, es un personaje que no me ha gustado mucho, se asemeja más a una gitana con un poco de descaro en los cuentos que a una nómada que se enamora de Wil. Tampoco aporta gran cosa a la historia salvo al final. Y cuando digo final, es en los últimos capítulos.
En cuanto a Amberle, es la verdadera protagonista del libro y su evolución a lo largo de la trama, está muy bien narrada. Al principio vemos a una princesa que se convierte en Elegida y teme a Ellcrys, por la intimidad que tiene con ella y huye, escondiéndose, cayendo sobre ella la vergüenza de la raza y cuando Allanon y Wil van a buscarla, se niega pero luego asume su responsabilidad como Elegida hasta el final, anteponiendo todas las razas a ella misma. Es sin duda alguna, un gran personaje. Wil por otra parte, se dedica a ser el protector de Amberle aunque la verdad es que no lo hace muy bien, él mismo se pone impedimentos y durante la trama, se centra en la aceptación de uno mismo y las consecuencias de sus decisiones.
Ha sido una lectura muy amena y la verdad es que me ha encantado, tiene ya sus años este libro pero ha envejecido muy bien. No aburrirá en ningún momento la trama y sigue siendo una especie de Tolkien un poco más ligero para lectores que no están acostumbrados a devorar grandes libros.

Aunque cronológicamente este libro va después de La espada de Shannara y se puede leer sin haber leído el primer libro, aconsejo leerlos todos en orden porque es una lectura entretenida y que no aburrirá. En cuanto terminemos con Las piedras élficas de Shannara, quedareis con ganas de leer más libros.

Puntuación: 9/10


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